Febrícula persistente: un signo de alarma
Se considera febrícula a un elevación de la temperatura corporal por encima de los 37 grados, sin rebasar los 38 grados. Para que se dé esta situación debe existir un incremento de sustancias pirógenas internas ya sea por estímulo externo como internos, estos pueden ser infecciones, factores como el estrés o cansancio crónico u otros