El útero es uno de los órganos más importantes de tu cuerpo. No solo porque da vida, sino también porque es una de las partes más delicadas de ti como mujer. Aunque no lo creas, en ese pequeño lugar se manifiestan tus actitudes buenas y malas, y que la mayoría de las veces afectan tu salud sin que te des cuenta.
Algunas mujeres y puede que incluso tú, se olvidan de que el cuerpo está constituido por materia, que nos da vida, forma, y que está altamente relacionada con las emociones. Las positivas nutrirán las células de tu cuerpo, mientras que las negativas, dañarán la estructura celular y su energía. Esta degeneración de tu útero puede incluso provocar alteraciones llamadas miomas.
Las malas actitudes, los miedos, las inseguridades y los recelos son los encargados de llevar malas energías a tu cuerpo. Energía que debería ser positiva para potenciar tu capacidad como mujer, en todos los sentidos de tu vida.
Científicamente, los miomas son aquellas formaciones nodulares que tienen origen en la pared muscular de tu útero. Más concretamente, todo empieza con una sola célula muscular que lamentablemente tiene en su código genético lo que hará que algo dentro de ti crezca y se transforme en un tumor benigno, o como mejor lo conocemos: Miomas.
Miomas uterinos
Tristemente, aún no se sabe por qué razón aparecen los miomas. Actualmente los estudios solo apuntan a razas, edades, herencias, etc. Sin embargo, la medicina psicosomática y energética si ha encontrado la respuesta adecuada. Según ellos, la primera célula se desarrolla por los pensamientos negativos que puedes haber tenido durante un largo periodo de tiempo.
Por su parte, existen dos tipos de sentimientos que lideran este cuadro: el abuso y el sentimiento de desvalorización de la mujer. Si has vivido desde pequeña en un ambiente donde ningún familiar tiene una autoestima elevada, es muy posible que heredes un cuadro negativo que te traiga problemas físicos más adelantes.
Todas estas malas energías, crean en el útero algo similar a una semilla que poco a poco irá transformándose en un mioma. Según las estadísticas, entre 40 y 80% de las mujeres que están en la edad perfecta para reproducirse, son portadoras de un mioma en su útero, afectando aún más a las mujeres que son mayores de 30 años. Asimismo, desarrollar miomas antes de la pubertad es un caso muy extraño que no suele darse comúnmente.
Por otro lado, las niñas siempre quieren ser tan grandes como su madre, abuela o como las mujeres que ven en la televisión. Tal pasa cuando comienzan a tener relaciones sexuales a una edad poco adecuada. No están del todo preparadas y crean un trauma que luego afectará al útero. Esta clase de traumas también pueden provocar un patrón genético de sumisión y de desvalorización.
En otros casos, existen los miomas asintomáticos, los cuales se dan cuando no quieres sentir. Estos miomas normalmente suelen aumentar de tamaño, como lo hacen tus sentimientos negativos, pero no te puedes dar cuenta porque este tipo de mioma no da señales.
No obstante, hay otros miomas que suelen provocar: dolorosos periodos menstruales, sangrados sin el periodo, necesidad constante de ir a orinar, dolor al tener relaciones sexuales, sensación de dolor y presión en la parte baja del abdomen, calambres en la pelvis, entre otros. Sin embargo, estos síntomas se pueden volver más dolorosos y frecuentes cuando te sientes herida emocionalmente. Asimismo, el mioma solo te está indicando que necesitas curar tu feminidad.
Todo esto indica, que para tener una vida saludable no solo te debes cuidar físicamente. Al contrario, tus emociones deben estar en sintonía positiva para no lastimarte y provocar complicaciones mayores en tus órganos. Tu cuerpo depende de tu felicidad, se un poquito más positiva cada mañana.
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Marcos Vélez
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