El nuevo informe del Carlos III sobre homeopatía
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Casi todos nuestros lectores, en España y fuera de ella, sabrán ya del plan de los ministerios de ciencia y de sanidad frente a las “pseudoterapias”, que en cada una de sus menciones y pequeños pasos recibe una extraordinaria (y sorprendente) atención por parte de los medios de comunicación. La última de las comparecencias, una rueda de prensa anunciando la campaña mediática #coNprueba, de la cual enlazo aquí la nota de prensa.

Un problema que tiene el Gobierno es que ha lanzado apresuradamente una campaña contra las pseudoterapias, ¡sin decir qué o cuáles son! Las acciones legales, educativas y mediáticas pasan, como es lógico, por definir cuáles son las terapias y cuáles las pseudoterapias. No es tan fácil: si uno se ciñe a aquellas terapias que han demostrado el mayor grado de evidencia científica en cada una de sus propuestas terapéuticas, como proponen algunos, nos quedamos casi sin medicina, ya que sólo el 20% de las recomendaciones en Atención Primaria estarían apoyadas por ese tipo de evidencia (Ebell MH, Sokol R, Lee A, Simons C, Early J. How good is the evidence to support primary care practice? Evid Based Med. 2017 Jun;22(3):88-92).

Ese informe le ha sido encargado a la REDETS, la Red de Agencias de Evaluación del Sistema Nacional de Salud. Presumiblemente será el ISCIII el organismo que coja el toro por los cuernos dado que el punto de partida de esta iniciativa está en un informe que esta misma agencia publicó hace 7 años (diciembre de 2011) y que fue encargado en diciembre de 2007. No es que el tema no se hubiera discutido ya, la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) del Instituto de Salud Carlos III había elaborado en 2007 un informe de revisión de la evidencia científica sobre la eficacia, efectividad y seguridad de las medicinas complementarias y alternativas (entre las que se incluyeron la acupuntura, homeopatía y terapias físicas y manuales), que actualizaba uno previo publicado en 2001. No son los únicos, ya que la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía (AETSA) había elaborado un informe de la situación de las medicinas alternativas en Andalucía y en 2008 había publicado tres informes sobre la eficacia de la acupuntura en diferentes indicaciones.

La Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (REDETS) está formada por las agencias o unidades de evaluación de la administración general del estado y de las comunidades autónomas, que trabajan de manera coordinada para generar, difundir y facilitar la implementación de información destinada a fundamentar la toma de decisiones en el Sistema Nacional de Salud. Destaca en la REDETS el papel del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que es el principal Organismo Público de Investigación (OPI): financia, gestiona y ejecuta la investigación biomédica en España.

Lo que sí es nuevo es denominar a las terapias no convencionales, terapias naturales o terapias complementarias… “pseudoterapias”. Es un conocido grupo de presión el que decidió rebautizar estas técnicas con la evidente intención de dañar su imagen. Y caló, a pesar del rigor que debe caracterizar a las organizaciones y profesionales que se describen como científicos.

En 2011 se citaban 139 técnicas o terapias, aunque diferenciando las 21 principales y describiendo la evidencia científica disponible para las más importantes: acupuntura, homeopatía y osteopatía.

De todas ellas, el informe diferencia las técnicas orientadas a la salud de las que están orientadas al bienestar. ¿Cómo van estas últimas a ser “pseudoterapias”, si ni siquiera se proponen como “terapias” en el sentido de curar o tratar enfermedades?

Respecto a las que cuentan con evidencia científica que permite su evaluación, veamos algunos extractos del informe:

  • Algunas terapias naturales como la homeopatía y la acupuntura, por su idiosincrasia, precisan de un modelo científico especial, adaptado a sus características, y que requiere nuevos procesos de validación.
  • En términos generales, pocas terapias naturales han demostrado su eficacia en situaciones clínicas concretas mediante la aplicación de métodos científicos. Sin embargo, esta ausencia de demostración de su eficacia no debe ser considerada como sinónimo de ineficacia. Muchos pacientes refieren cierto grado de satisfacción asociado a una percepción de mejoría de los síntomas o en su bienestar o en calidad de vida con el uso de distintas terapias naturales.
  • Por otra parte, en occidente es aceptable exigir altos niveles de evidencia para recomendar tratamientos que impliquen altos riesgos y/o altos costes, al igual que para aquellos tratamientos que se recomiendan como primera línea de tratamiento. Sin embargo, muchas veces las terapias naturales son utilizadas como segunda o tercera opción de tratamiento, o con carácter meramente complementario, por lo que los niveles actuales de evidencia pueden ser valorados como suficientes para justificar su utilización en determinadas situaciones clínicas.

¿Cómo se pasa de “los niveles actuales de evidencia pueden ser valorados como suficientes” a la situación actual? Por favor, que alguien que lo sepa nos lo cuente en los comentarios.

Y eso que la metodología empleada no incluía analizar todos los estudios disponibles, sino sólo las revisiones sistemáticas para patologías concretas. Extraigo de nuevo algunas de las líneas, en relación con las evidencias encontradas para la homeopatía:

[…] para la prevención y tratamiento de influenza y síndromes parecidos. No se encontró evidencia sobre la eficacia en la prevención de estos síndromes, pero sí de la disminución moderada de la duración de los mismos. Los resultados iniciales son prometedores, pero no son lo suficientemente sólidos como para recomendar su uso como tratamiento de primera línea.Dos revisiones sistemáticas estudiaron los efectos de la homeopatía en el cáncer. […] En la segunda revisión, la evidencia encontrada es prometedora para la homeopatía, pero no hay suficiente evidencia para su utilización en estos pacientes.

[…] en la osteoartritis, incluyendo cuatro ensayos clínicos. Dos de ellos obtuvieron resultados positivos con respecto a tratamientos convencionales, uno mostró ser al menos tan eficaz y el cuarto obtuvo resultados negativos con el uso de una determinada preparación respecto al tratamiento convencional. […] no se emiten conclusiones firmes sobre la utilidad clínica de la homeopatía en esta indicación.Igual es que tengo una crisis de optimismo, pero a mí me parece que esto no suena para nada a placebo, sino a optimismo (resultados “prometedores”) y prudencia (no en primera línea).

Siete años después, hay muchas más evidencias. La pregunta que me hago es si hay también el mismo rigor y si habrá un mayor esfuerzo de análisis. Entiendo la dificultad de los evaluadores para ser completamente objetivos, después de que la ministra de sanidad (su jefa) y el ministro de ciencia hayan manifestado su opinión personal de que la homeopatía es del grupo de las pseudoterapias. Menos mal que luego recularon al recordar que al mismo tiempo están en pleno proceso de registro de los medicamentos homeopáticos (luego no son placebos) y que Europa les ha dado un par de toques de atención en menos de un año. Digo Europa, porque la Comisión Europea pone multas; la pena es que a la Organización Mundial de la Salud (OMS), como no las pone, no le hagan ni caso.

Además, estos ministros mencionan repetidamente un informe de la Real Academia Nacional de Farmacia y un informe de una Agencia de Evaluación de Australia. ¿Le están pidiendo a los evaluadores del Carlos III que se basen en ellos? Ojalá no, porque me disgusta mucho que España haga el ridículo (de nuevo).

  1. El informe de la RANF ha sido ampliamente respondido por la Asamblea Nacional de Homeopatía.
  2. El informe australiano está siendo investigado por las serias irregulares detectadas, que fueron denunciadas ante el Defensor del Pueblo (Ombudsman): entre ellas, que tras realizar la agencia estatal un primer estudio (valorado como de alta calidad por uno de los expertos del comité supervisor), éste fue ocultado (aún no se ha liberado) y la agencia contrató una consultora comercial para realizar un segundo informe (sobre cuyas conclusiones la Cochrane mostró reticencias), modificando las exigencias de la revisión de modo que sólo 5 de 1.800 estudios fueron tenidos en cuenta para la revisión (con ese número de estudios la conclusión no puede ser “no funciona” sino “no hay datos suficientes para evaluar”). Como uno puede hacerse muchas preguntas sobre este informe, enlazo una página adicional que ofrece muchas de las respuestas.

Entonces, ¿cómo me gustaría que fuera el informe del ISCIII (REDETS) para el Ministerio? Mejor aún: ¿cómo nos merecemos los españoles que sea ese informe, dado que están en juego nuestra salud y nuestra libertad?

No es difícil: como el “Informe Suizo”, que revisó cada estudio teniendo en cuenta diferentes tipos de estudio, que contó con expertos en homeopatía para realizarlo y que publicó tanto el resumen, en una revista de investigación, como el detalle en un libro de la editorial Springer (234 páginas). Para quien tenga curiosidad quiero ofrecer algunos detalles: la investigación básica preclínica (de laboratorio) muestra que se inducen efectos reguladores y cambios específicos en las células y organismos vivos; 20 de 22 revisiones sistemáticas tienes resultados favorables a la homeopatía; y 24 de 29 estudios sobre las infecciones y alergias de las vías respiratorias tienen un resultado favorable a la homeopatía, entre ellos 12 de 16 estudios que la comparan con placebo y 6 de 7 estudios que la comparan con tratamiento convencional.

Las conclusiones finales: “En resumen, se puede decir que hay evidencias suficientes para la efectividad preclínica y la eficacia clínica de la homeopatía, para su seguridad y su coste comparando con el tratamiento convencional.”

Tal como la Asamblea Nacional de Homeopatía ha expresado en numerosas ocasiones, me parece estupendo que se haga un esfuerzo por proteger a las personas enfermas evitando que caigan en manos de la publicidad engañosa y los estafadores.

Así lo ha establecido el Instituto de Salud Carlos III en su informe de 2011. Así lo ha establecido la Ley española que reconoce el medicamento homeopático, lo autoriza y prepara su registro. Así lo determina el Real Decreto que define como centros sanitarios las unidades de terapias no convencionales. El camino lógico en materia de salud es seguir avanzado junto a Europa y a la OMS.

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Marcos Vélez

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